Las actuaciones de regeneración integrada y las condiciones de contorno

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¿Qué se omite en los procesos de participación y definición de las actuaciones de regeneración integrada?

[caption id="attachment_5159" align="alignnone" width="700"] Fuente: CuencaRed[/caption]

Las actuaciones de regeneración urbana integradas suponen un cambio diametral en la forma de intervención sobre la ciudad existente. Este tipo de actuaciones requieren y van a requerir toda una serie de nuevas dinámicas a las cuales no estamos habituados, ya sea en cuanto a instrumentos de análisis y diagnóstico, mecanismos de participación, objetivos y alcances de las actuaciones, así como la concreción de las acciones de recuperación y mejora del tejido físico, social, económico y medioambiental.

En sintonía con estas dinámicas y de un tiempo a esta parte, han emergido diversas actuaciones que aúnan estas nuevas pautas en los procesos de participación y diseño de las mismas, configurando un nuevo discurso dominante en la intervención sobre la ciudad. Pero en igual medida resultan relevantes dos ausencias que limitan y definen de manera central y, nos atrevemos a decir que, crítica los citados procesos. No sabemos si estas ausencias son engañosamente eludidas o estratégicamente postergadas, pero son lo que se podían llamar dos condiciones de contorno que ayudan a definir el modelo de intervención.

Fuente wikipedia y dinámicanolienal

Las condiciones de contorno o de frontera son en matemáticas o en física, ese lugar de los puntos o límite para los cuales se cumple la ecuación definida, esto es la región donde se satisfacen la condición definida.

Pues bien, en nuestro caso y en un claro paralelismo con el mecanismo de delimitación de las actuaciones de regeneración y renovación urbana integrada, existen dos condiciones de contorno que delimitan y definen estas actuaciones, su régimen jurídico y quien las paga, por tanto que establecen y articulan su viabilidad y sostenibilidad.

Insistimos en señalar que los ejemplos que hemos visto hasta la fecha, salvo alguna aunque notable excepción, prescinden de la regulación flexible vigente y eluden en concretar cómo y quién van a sufragar estas actuaciones sin duda loables, estratégicas y necesarias. Lo cual nos lleva a preguntarnos:

• ¿Serían el proceso y los resultados los mismos si se advirtiese de estas condiciones de contorno desde el inicio?


• ¿Cabe realmente definir actuaciones viables al margen de considerar estas condiciones de contorno?


• Y si lo es ¿Qué consecuencias tiene hacerlo?

Puede que los nuevos mecanismos de participación den respuesta a estas condiciones de contorno, pero nos tememos que la falta de transparencia (crudeza si se quiere), conduzca a la frustración, a la deseducación y a la pérdida de confianza de la ciudadanía ante las nuevas dinámicas y actuaciones, sobre todo cuando descubran lo que les espera al final del proceso.

Es hora de tratar a los ciudadanos como adultos responsables, con su régimen de derechos y sobre todo obligaciones, haciéndoles ver que son los auténticos actores y responsables de su futuro, que los recursos públicos son y serán escasos, tratando de evitar la picaresca en el trinque y que se estrellen contra un muro.

Es evidente que tenemos que hacer las cosas de manera distinta, pero sin soslayar los mecanismos que precisamente permiten dotar de viabilidad y sostenibilidad a las actuaciones, en especial en los procesos participativos que sin duda constituyen la clave de las actuaciones de regeneración urbana integrada.

Pregunta final: ¿Se decide igual si se dispara con polvora del rey o con la propia? ¡Pum!