¿Por qué todo el mundo habla de lo urbano y casi nadie de la urbanización?
Si hay un vocablo que está en boca de
todos es “urbano”. Está en todas partes, en premios, agendas, estrategias,
artículos, blogs, programas de televisión y radio, etc. Todo un torrente de
información y datos que nos asaltan por doquier, será que es importante. Sin embargo, no se llega a atisbar la aplicación efectiva del
mismo o de lo que implica.
Vivimos en la abundancia de
información y en la ausencia de acción (death by analysis?). Urbano se
ha convertido en un concepto y un vocablo plástico que sirve para recopilar
todos los fenómenos que surgen y se dan en el espacio transformado o
construido, pero que, paradójicamente, se separa del sustrato que le da soporte,
la urbanización.
¿Os habéis fijado como hay una
intencionada desconexión entre la urbanización y todo lo que ocurre sobre ella? Lo urbano flota sobre la urbanización, separándose de ella y convirtiéndola en banal, en algo que no requiere atención, ni siquiera cuando se aproxima el final de su vida útil. Por "urbanización" entendemos todo lo que no esta edificado sobre la rasante del terreno y, sobre todo, lo que está por debajo,
las redes y el subsuelo, que hacen que todo lo que está encima funcione.
Todo lo que huela a regulación o definición
de distribución de su coste, transformación, reposición o sustitución, eso no es urbano,
es otra cosa. Eso sí, es algo sobre lo que todo el mundo tiene opinión, pero raramente
tiene responsabilidad, excepto, atención, la administración y, preferentemente, la local.
Todos los agentes quieren decidir
sobre ella, la urbanización, pero que a ninguno les cueste un “duro”, al fin y
al cabo eso es de “otro”. Su coste debe ser afrontado ¿siempre? por el “otro”.
La urbanización no está en la agenda,
salvo como forma de simulacro, de táctica, de acercamiento y de análisis. Propuestas
aderezadas de vocablos como circularidad, sostenibilidad, inclusividad,
vitalidad y con el final touch (que diría Lázaro Carreter) de mucha, mucha,
pero que mucha, resiliencia.
¿Pero qué llega a percolar de todo
esto a la dura realidad del suelo urbanizado, de la transformación y
retransformación de la urbanización?
No queremos decir que todos esos conceptos no sean importantes, al contrario. Pero en la medida que los mismos no desciendan y se ponderen con la propiedad, el suelo y la “hard law” de la urbanización no dejan de ser fuegos de artificio, una huida de eso que a la postre nos espera a la vuelta de la esquina, el duro derecho urbanístico.
Con esta entrada no huimos, solo nos despedimos hasta después del verano que volveremos con fuerzas renovadas, disfrutad de las vacaciones.
Un análisis coherente en este mar de vacuidades
ResponderEliminarCierto que no abundan las visiones transversales, profundas, preocupadas por lo urbano y la urbanización como las de este Blog. A mí modo de ver lo urbano viene ligado Best case a una cualidad abstracta de la ciudad consolidada que tiene la capacidad de generar identidad o bien valor añadido. Como se llegue ahí, mediante urbanización, es otro cantar, pues ello se confía al rey, a la república o una res pública que es la que hace plazas, mercados o bulevares y aquí de nuevo "best case" el ciudadano tiende a pensar... "con lo que nos quitan y oprimen, al menos nos ponen un parque". Es un status quo extremadamente consolidado en la relación ciudadano/ estado/ urbano. Cualquier sociedad próspera ha sido provista de la infraestructura por parte del ente superior... Gracias por el estupendo Blog!
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