Cambio de paradigma (5): El realojo

En este ejercicio del reseteo urbanístico al que se dedica esta serie, hoy os proponemos practicar el juego de los siete errores con una historia de realojos. Si, con UNA historia porque los errores hay que detectarlos contrastándola con el sentido común.




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  1. Cambio de paradigma

  2. El beneficio

  3. La vivienda nunca baja

  4. Calidades de urbanización


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Erase una vez

Érase una vez un edificio de viviendas de unos cien añitos habitado por gente normal, como tú y como yo: funcionarios, empleados de banca, con segundas residencias en Noja, La Rioja o Benidorm. El mantenimiento del edificio era el normal, es decir, ninguno, salvo cuando se manifestaban los achaques propios de la edad más rigurosos.


En las inmediaciones del edificio se construía un edificio residencial. Parece que la excavación alteró las condiciones geotécnicas del suelo y nuestro edificio de gente normal tuvo un asentamiento que provocó algunas grietas (bueno ya sabéis, es difícil distinguir si las grietas eran anteriores o a consecuencia de la obra de al lado).


Una vez superada la situación de alarma, había que hacer algo. No era lógico que los seguros del excavador, el constructor, la dirección de obra... arreglaran la avería de un edificio tan viejo, era mucho mejor que los residentes del edificio fueran realojados en un edificio nuevo al módico precio de viejo por nuevo sin coste, y si la vivienda actual tenía 52 m²u y tres dormitorios y ahora las ordenanzas obligan a unas dimensiones mínimas tales que 3 dormitorios son 65 m²u, ¡qué le vamos a hacer!, apunta una de 3 dormitorios sin coste. Si ahora hay que ponerle ascensor, aislamientos y vestíbulos de seguridad, ¡qué le vamos a hacer!, que no hubieran obligado, si nosotros estamos mejor manteniendo relaciones, no de vecindad, sino de hermandad gracias a lo que coincidimos en la escalera; con ascensor seremos una vecindad de extraños! Garaje y trastero...? Y suma y sigue.


Total que ya sabéis quién tenía un problema, el Ayuntamiento (suponemos que por haber concedido licencia, por no haber vigilado la obra, por aprobar las ordenanzas de condiciones mínimas de habitabilidad...). Y en esto, el promotor (ArreglaréTuProblemaSA), propuso una apaño al Ayuntamiento, él, por ser el que había destapado el problema,  construiría las viviendas de realojo, por el módico precio de un beneficio industrial del constructor del 13% y un beneficio del promotor, incluidos gastos de promoción!, de sólo el 29%, todo legal. El ayuntamiento sólo tendría que aportar un terreno de 5 000 m² y la edificabilidad tramitando una modificación del PGOU y así, el promotor recuperaría los costes con el solar en que se encontraba nuestro edificio agrietado.


Entre tramitaciones urbanísticas y otras gaitas, explotó la burbuja, los bancos dejaron de dar crédito y se complicó la operación. Hubo quién, financiado con dinero público salió en la foto defendiendo a los vecinos estafados, cargando la artillería contra un Ayuntamiento tan desaprensivo con los problemas de sus vecinos.


Finalmente, la promoción llegó a puerto y comieron perdices, aunque algunos afectados siguen expresando con melancolía los sufrimientos que han padecido y lo que han tenido que luchar.



Este cuento es solo un cuento, pero está inspirado en historias reales que todos conocemos y que muchos de nosotros hemos protagonizado, en un papel u otro; y esta motivado particularmente, por dos historias próximas de las que se ha hecho eco la prensa de la forma tan original y analítica a que nos tiene acostumbrados:




Noticia de El Correo y hemeroteca (29.06.14 / 09.04.2014 / 09.09.11 / 28.05.11 / 29.12.10 / 18.11.10 / 27.08.10)


…. La paciencia de unas familias que desde hace más de diez años residen en un inmueble ruinoso sin las mínimas condiciones de habitabilidad y seguridad, recibirá su recompensa este mes cuando reciban las llaves de sus nuevas viviendas en un edificio de reciente construcción aledaño a sus vetustas propiedades. El esperado momento se antoja inminente toda vez que el Gobierno Vasco ha reconocido ya el inmueble con la catalogación de Vivienda de Protección Oficial. Ahora la procelosa tramitación administrativa de este proceso tan sólo está pendiente de que el Ayuntamiento conceda la licencia de primera ocupación, un trámite que se solventará «este mismo mes de abril, una vez el constructor remate pequeños flecos» de la urbanización, según subrayó el concejal.


Posteriormente, para que puedan acceder a sus hogares apenas quedará pendiente escriturar a nombre de los propietarios mediante la fórmula de permuta de piso por piso a coste cero. Y entonces los vecinos verán cumplido su sueño. Pero sobre todo podrán poner punto final a un particular calvario que arrancó hace más de diez años, cuando firmaron un convenio con un promotor privado para sustituir sus viviendas por otras nuevas. Una gran oportunidad que se tornó en pesadilla al verse arrollados por los problemas burocráticos a la hora de recalificar los suelos y, especialmente, por la explosión de la burbuja inmobiliaria, que ha demorado en exceso la solución final.



Ahora toca fijarse en el otro cuadro del juego de los siete errores. Pero antes, espera, sacudamos levemente la cabeza para que las ideas se pongan en su sitio.


¿Será bastante con una sacudida?


No vemos ningún  error, ¿verdad? En Japón les parece normal que a las niñas les venden los pies para deformarlos, en otros sitios ven normal la ablación de las partes, tirar a la cabra desde el campanario, fumar en locales cerrados, en la consulta del médico... ¿por qué no va a parecernos normal o, incluso, bien este cuento? Como se pregunta Millás, ¿Es normal la normalidad?


¿Dónde están los errores? ¿Por qué tiene que haber errores? Veamos que nos dice el gran oráculo cuando buscamos imágenes asociadas a la palabra realojos.


Por más que lo tengamos delante de la cara, tenemos que esforzarnos un poco más, es posible que no apreciemos los errores porque no ponemos la suficiente atención, como cuando no nos damos cuenta de que esa persona que tenemos tan cerca se ha puesto gafas, y acabamos mintiendo piadosamente con un si ya me parecía...


Esta serie está dedicada al reseteo, y eso no lo podemos hacer por vosotros, solo sirve el auto-reseteo, así que no os vamos a dar ninguna pista. Bueno, si, alguna preguntita:




  • Se "educa" a la población para que quién no mantenga su vivienda, tenga más posibilidades de que se la cambien por una nueva?

  • Alguna vez, alguien se dará cuenta de la existencia del deber de conservación?

  • Qué empresa tiene más probabilidades de línea y cartón en el urbanismo: la que sigue contaminando como hace 50 años o la que ha adoptado medidas correctoras?

  • El patrimonio público está para invertirlo en el que llegue primero? (Versión adaptada del "Ande yo caliente, ríase la gente").

  • Por qué nos irrita la socialización de pérdidas de Bankia y esta nos parece bien? 

  • Cómo casa con el sentido común la rebaja de derechos de los realojados prevista en el art. 14 L3R: Mucho, poco, no sabe no contesta?

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