[Nuevas ideas] ¿Desarrollo Sostenible? Cradle to Cradle

El Desarrollo Sostenible parte del axioma de que el desarrollo consume planeta inevitablemente, optando por minimizar sus efectos (MENOS MALO). ¿Es que no hay alternativas para evitar el colapso (100% BUENO)?


Me cuelo hoy en esta serie dedicada a Nuevos tiempos para el urbanismo, necesidad de nuevas ideas por invitación de Alvaro, cuyas aportaciones y sugerencias han contribuido decisivamente a mejorar esta entrega.










        1. Concepto de Desarrollo Sostenible

        2. Crecimiento cero o Decrecimiento

        3. El Desarrollo Sostenible en la legislación urbanística

        4. Cradle to cradle

        5. La actividad urbanística

          1. Economía circular y sector residencial

          2. La rehabilitación no siempre es más sostenible










1. Desarrollo Sostenible: concepto


Naciones Unidas acuñó en 1987 (informe Brundtland) el concepto de Desarrollo Sostenible, definiéndolo como aquel desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer las necesidades de las generaciones futuras.


El principio del desarrollo sostenible hace presupuesto de dos opiniones: el desarrollo es necesario y comporta inevitablemente consumo del planeta, reivindicando el derecho de nuestros hijos a seguir creciendo y, consecuentemente, nuestro deber de dejarles 'algo de planeta' que llevarse a la boca.


La amonestación fue más que oportuna porque los humanos solemos comportarnos como si los recursos fueran infinitos o nadie viniera detrás; en la actividad urbanística, precisamente, es más oportuna y mantiene plena actualidad porque la negación del futuro se manifiesta más obstinadamente; un buen ejemplo es lo que ocurre hoy que, estando viviendo las duras consecuencias del crecimiento inmobiliario por el crecimiento, parece que el deseo generalizado sea despertar de la pesadilla para continuar por las mismas andadas.


Sin embargo, el desarrollo sostenible así entendido conduce a retrasar el colapso; tal vez seamos capaces de dejar 'algo de planeta' a nuestros hijos, pero ¿y para los hijos de nuestros hijos? Este concepto de desarrollo sostenible parece un ejercicio de neolengua porque en realidad se trata de una mera apuesta por el desarrollo menos insostenible, apareciendo como una medida más orientada a calmar las conciencias que a conseguir efectividad real. ¿Es sostenible mantener la dependencia de los combustibles fósiles y quitarse la corbata para ahorrar en aire acondicionado?



2. Crecimiento cero (o Decrecimiento)


Frente a este concepto, vamos a decir miope (sí, hemos mejorado porque parece que ya no somos ciegos), han surgido voces que apuestan directamente por el decrecimiento, proponiendo una sociedad del vivir bien y no del tener más (p.ej., Floren Marcellesi y buen vivir). Como resumen de esta teoría transcribo un pasaje del libro Adiós al crecimiento de Jean Gadrey, Florent Marcellesi y Borja Barragué [Ed. El Viejo Topo, 2013] aprovechando la ocasión para felicitar a nuestro convecino Florent por su flamante elección como eurodiputado a tiempo parcial, suerte:




Y el cambio climático no es la única amenaza que nos compele a no continuar por la vía del crecimiento. El petróleo se agota, y se está cerca del techo a partir del cual su producción mundial va a disminuir inevitablemente y su precio a dispararse de manera ilimitada. Según algunos expertos, ya nos encontraríamos en esa situación. Aparte de los combustibles fósiles, se ha anunciado en los próximos decenios en lo que respecta a todos los minerales básicos de la abundancia material, sin hablar de las tierras cultivables cada vez más codiciadas, del agua y de los bosques, mencionados en el capítulo anterior. No solo estamos en el Peak oil (es decir el techo del petróleo) sino que llegamos al Peak all (el techo de 'todo': combustibles fósiles, minerales, tierras raras, etc.).




  • El plomo: los yacimientos explotables a un costo admisible se agotarán hacia el 2030. El 71% de su producción se utiliza en las baterías.

  • La plata: se prevé su agotamiento entre 2021 y 2037. Se utiliza en la industria (electricidad, electrónica, aleaciones para soldar, soldadura y otras aleaciones: 41%).

  • El cobre: los yacimientos explotables a un costo admisible se agotarán hacia el año 2040. Se utiliza esencialmente en la industria eléctrica (cables, rebobinado).

  • El uranio: su probable fin se calcula en un intervalo que de 2015 a 2060.

  • El níquel: los yacimientos explotables a un costo admisible se agotarán hacia 2050. Se reutiliza en determinadas baterías (pilas de botón, baterías de ordenadores portátiles).


Los que alaban la tecnociencia nos dicen: la salvación mediante el crecimiento verde vendrá de las nuevas tecnologías. Ello es más que dudoso: ¡casi todas las previsiones precedentes se refieren a minerales indispensables para la mayor parte de esas nuevas tecnologías! Y, además, ellos no parecen haber consultado ciertos resultados que, sin embargo, tienen a su alcance: los balances de carbono de esas actividades. un ordenador de mesa estándar 'pesa', para su producción y transporte, 1,3 toneladas de CO2. Como ya hemos visto, en un mundo sostenible las emisiones por persona y por año no deberían exceder de 1,7 a 1,8 toneladas de CO2 (y 1,2 toneladas en 2050, si hay 9.000 millones de seres humanos). Un solo ordenador, sin contar la energía gastada para su funcionamiento, 'consume' ya las ¾ partes de los actuales 'derechos de emisión' anuales por persona.



La primera reacción que me provocaron estos datos fue pensar ¡Qué exagerados! Seguro que alguien estará ocupándose de esto. Pero, a nada que te paras a pensar, la afirmación tranquilizadora se convierte en temor ¿Alguien estará ocupándose de esto? 



3. El Desarrollo Sostenible en la legislación urbanística


La primera norma urbanística que recepcionó el concepto de Desarrollo Sostenible fue la


La primera norma urbanística que recepcionó el concepto de Desarrollo Sostenible fue la Ley (del Parlamento Catalán) 10/2004, de 24 de diciembre, sobre Modificación Ley 2/2002 de urbanismo, para el fomento de la vivienda asequible, de la sostenibilidad territorial y de la autonomía local, en cuyo preámbulo se dice: "…. Para avanzar hacia estos fines, imprescindibles a la hora de garantizar el bienestar de las generaciones presentes y de las venideras, es preciso promover un modelo de urbanización que se caracterice, en términos generales, por la compacidad de los asentamientos, la diversidad de sus funciones y el carácter socialmente integrado de su población”.

La LvSU incorporó este principio fijando como objetivo de la actividad urbanística "salvaguardar la transmisión intergeneracional de un patrimonio colectivo" (LvSU 3). La legislación estatal de suelo no incorporó el concepto hasta fecha muy reciente (ni la LS90, ni el TRLS92, ni la LS98 relacionaron actividad inmobiliaria y sostenibilidad):




  • Art. 2.2 LS07: “…propiciar el uso racional de los recursos naturales armonizando los requerimientos de la economía, el empleo, la cohesión social, la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres, la salud y la seguridad de las personas y la protección del medio ambiente…“.



  • Art. 2 LES:  "se entiende por economía sostenible un patrón de crecimiento que concilie el desarrollo económico, social y ambiental en una economía productiva y competitiva, que favorezca el empleo de calidad, la igualdad de oportunidades y la cohesión social, y que garantice el respeto ambiental y el uso racional de los recursos naturales, de forma que permita satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las generaciones futuras para atender sus propias necesidades".


Estos preceptos están inspirados en el Marco de actuación para el desarrollo urbano sostenible en la Unión Europea de 1998. Este marco ha sido desarrollado por diversos acuerdos: Postdam 1999, Lille 2000 Programa Plurianual de cooperación en asuntos urbanos en la Unión Europea, Rotterdam 2004 "Urban Aquis" Consenso europeo en cuanto a los principios de desarrollo urbano, Bristol 2005, Estrategia Revisada de la Unión Europea para un Desarrollo Sostenible de Junio-2006, Carta de Leipzig 2007, Marseille 2008 Creación de un Marco de Referencia de Ciudades Europeas Sostenibles, Declaración de Toledo para un desarrollo más inteligente, sostenible e integrador, Gödöllö-Hungría 2011 Hacia una Europa Integradora, inteligente y sostenible de regiones diversas. Fijándose los siguientes ejes:




  1. Acrecentar la prosperidad económica y el empleo en las pequeñas y grandes ciudades

  2. Fomentar la igualdad, la integración social y la regeneración en las zonas urbanas

  3. Proteger y mejorar el medio ambiente urbano: hacia una sostenibilidad local y mundial

  4. Contribuir a un buen gobierno urbano y a la participación ciudadana.


Como puede verse, el criterio de 'menos malo' del informe Brundtland sigue plenamente vigente, aunque en su versión más reciente el foco ha dejado de centrarse en la equidad intergeneracional originaria para atender también la equidad en la distribución del planeta que se coma esta generación (intrageneracional); se sigue apostando por el consumo de planeta aunque, eso sí, con la tranquilidad de conciencia adicional que da hacerlo de forma equitativa. La evolución del concepto está convirtiendo la sostenibilidad  en una palabra mágica que sirve de percha para las más diversas buenas-intenciones.



4. Cradle to cradle


A pesar de que el título de esta serie hace referencia a nuevas ideas, El Cradle to cradle no es 'nuevo', solo lo es para mí y, tal vez, para vosotros. Desde los años sesenta del siglo pasado se postula lo que se ha dado en denominar el desarrollo ecointeligente. El Cradle to Cradle (de la cuna a la cuna) como alternativa al 'de la cuna a la tumba', y que algunos identifican como el fundamento de la tercera revolución industrial. A su difusión han contribuido decisivamente el arquitecto americano William McDonough y el químico alemán Michael Braungart (McDonough Braungart Design Chemistry) con su libro "Crale to Cradle: rediseñando la forma en que hacemos las cosas", publicado en 2002. La alternativa que proponen al crecimiento insconsciente no es el decrecimiento sino el desarrollo ecointeligente, que la actividad humana se inspire en la naturaleza y contemple la totalidad del proceso productivo (economía circular), tanto el ciclo biológico como el ciclo tecnológico. No podemos conformarnos con el 'Reducir, Reusar y Reciclar', que aunque es menos malo es insuficiente; tenemos que Repensar (rediseñar) el modo en que hacemos las cosas para garantizar que la producción de bienes, al igual que ocurre en la naturaleza, no conlleve la pérdida de materias primas, es decir 100% bueno; propone una actitud menos soberbia y que nos comportemos con los recursos como si los tuviéramos en préstamo. Se preguntan retóricamente por qué hemos de ser eficientes energéticamente si en la naturaleza sobra la energía. ¿Un cerezo es energéticamente eficiente? Tanta flor!!! ¿No estará produciendo excesivos residuos, si con la mitad de flores podría bastar? Los principios esenciales son:




  1. Uso de materiales saludables: Identificar la composición química de los materiales que componen un producto. En especial de los tóxicos o peligrosos.

  2. Reutilización material: Que es la recuperación y el reciclado al final del ciclo de vida.

  3. Uso de las energías renovables: utilizar en todos los procesos energías renovables al 100%

  4. Administración del agua: el agua es un recurso preciado que debe ser cuidado y/o mejorado.

  5. Responsabilidad social, que promueve unas prácticas laborales justas.


Como decía, he descubierto hace poco esta visión, y ha sido gracias a mi amigo Ignasi Cubiñá (Eco Intelligent Growth), evangelizador entusiasta y brillante que me noqueó en el primer asalto. Los vídeos siguientes son ilustrativos del concepto:

Vídeo 1: Odisea Channel: 100% hecho de basura:



Vídeo 2: Presentación de Ignasi Cubiñá en un TED Talk en Costa Rica:



El siguiente vídeo es de un fabricante de papel al que hemos tomado prestada la imagen de cabecera (en inglés, pero las imágenes son suficientemente expresivas):



El último video es de un consultor (también en inglés, con imágenes muy elocuentes):


La clave para que el sistema funcione (el nuevo modo de hacer las cosas) es que los procesos se diseñen pensando en el ciclo completo de vida del producto. Los procesos de producción no tienen que estar orientados a la venta (y salir corriendo) sino que deben incorporar el tratamiento del producto hasta el final de su vida útil y sólo se puede aceptar un diseño que garantice que al final del proceso se produzca un upcycling (recualificación, transformar residuos en objetos de valor). Claro que el reciclaje es mejor que no hacer nada, pero el reciclaje que conocemos no es la solución (downcycling, conversión de materiales de desecho o productos inútiles en nuevos materiales o productos de menor calidad y funcionalidad reducida). En el primer vídeo hay ejemplos de esta concepción (NikeHerman Miller) y día a día nos vamos encontrando con otros ejemplos (Puma, Apple: Reciclaje de móviles), todavía son escasos. Veámoslo con un ejemplo de fabricación de prendas de vestir:




  • Modo habitual: El objetivo del fabricante es colocar su producto en el mercado con la mejor relación coste-precio. Para ello invierte en diseño en dos frentes: economizar costes de producción y mejorar el aprecio de su producto. Entre dos materiales (tientes, colas, hilados...) que produzcan similar aspecto, siempre optara por el de más bajo coste de producción (es lo que demandan sus accionistas).

  • Economía circular: El fabricante se hará cargo de recuperar (upcycling) el producto, por lo que diseñará contemplando los costes futuros de las soluciones adoptadas, por lo que descartará aquellos tintes o colas que impidan o encarezcan la recuperación de la prenda.


¿Imagináis cómo podría ser el automóvil urbano con una lógica de economía circular? ¿Qué tiempo medio de uso le damos al automóvil en el Gran Bilbao, por ejemplo? ¿3 horas semana? ¿Cuántos vehículos serían necesarios para obtener un nivel de servicio equivalente? !Ah!, Pero el desarrollo es que cada uno tengamos un coche, al menos, de alto standing, a ser posible, esperándonos en la parcela de garaje. ¿Por qué seguimos comportándonos de forma tan insensata?


Sobre la aplicación de los principios Cradle to cradle a la edificación, puede verse el artículo publicado en Ekonomiaz (75, 2010): Cradle To Cradle® criteria for the built environment.

5. La actividad urbanística


Nuestra actividad está en crisis y, como decía aquél, "el mundo no puede evolucionar más allá de su situación actual de crisis utilizando el mismo pensamiento que creó esta situación". Hemos de repensar cómo hacemos las cosas. Una visión circular de nuestra actividad puede ser muy inspiradora al abordar esta tarea.


CasaSostenible-C2C


McDonough + Partners. La casa funcionando cómo un árbol





[caption id="attachment_1205" align="alignnone" width="300"]EDITT Tower (Singapur) EDITT Tower (Singapur)[/caption]

Voy a centrarme en dos aspectos: Dificultades para la implantación de principios de economía circular en el sector residencial y el paradigma de la rehabilitación.


5.1. Economía circular y sector residencial

Nuestra materia prima primordial es el suelo, pero también los materiales utilizados en la construcción; en el primer vídeo (00:28) se constata que los planes de vivienda de las ciudades medias de China consumirán en la fabricación de ladrillos el 25% de la tierra cultivable y la mitad de las reservas de carbón.


La razón de que no se hayan aprovechado los diez últimos años para racionalizar la construcción residencial no ha sido el coste. La actividad inmobiliaria podía soportar el coste de una intervención urbanística y edificatoria más sensata, no es que se enviarán los costes al futuro sistemáticamente porque no había otra alternativa. La gráfica siguiente descompone el precio de la vivienda de hace todavía muy poco y evidencia que si no hemos trabajado correctamente, no fue porque los costes no fueran asumibles:


Desglose vivienda


Resulta llamativo que el interés por la renovación de la actividad edificatoria se limite al sector productivo (sedes corporativas y edificios de producción: Vídeo 1, 30:22, y Vídeo 2, 14:50), quedando al margen la edificación residencial.


Parece que la motivación de los empresarios mencionados que están dando pasos en buena dirección es, lógicamente, su cuenta de resultados y que el encarecimiento de la energía y las materias primas está contribuyendo a que se avance en este sentido.


El sector residencial está en manos de particulares (no solo la vivienda en propiedad sino la mayor parte de la vivienda en alquiler) y el particular atiende más a sus costes a corto plazo. Por otra parte, he podido observar que las buenas prácticas no son valoradas por los usuarios en su justa medida. No parece que los usuarios vayan a demandar la renovación de la edificación residencial, ni que los promotores vayan a tomar la iniciativa.


Por ello, la alternativa es que el planeamiento incorpore determinaciones que garanticen una actividad constructora más racional. Estamos acostumbrados a que los planes regulen la dimensión mínima de un aseo, ¿podría regular el Plan que los materiales utilizados en la edificación se hayan producido de forma sostenible?


¿Y que los edificios se construyan de modo que este asegurada la recuperación de los materiales al final de la vida útil del edificio?


¿Es este buen momento para reconsiderar este tipo de cuestiones?



5.2. La rehabilitación no siempre es más sostenible

Es habitual partir del presupuesto de que la rehabilitación es más sostenible que el derribo y reconstrucción. A este presupuesto responden las apuestas legales por la rehabilitación y regeneración del patrimonio construido (LvSU 3) que se concreta tanto en los estándares de edificabilidad máxima del 2.3, 1.3 y 1.1 m²t/m (LvSU 77) como en los estándares dotacionales (DEU 6). Sin embargo esta respuesta solo es correcta en caso de que las posibilidades de realizar el upcycling (transformar los residuos en objeto de valor) del edificio antiguo rehabilitado y el nuevo al final de sus vidas útiles fueran iguales. Se trata de una pregunta equivocada (como la pregunta de si es mejor una banca pública o una banca privada), es una pregunta equivocada -falsa dicotomía- porque pone el foco omitiendo el aspecto sustancial. Otra pregunta equivocada habitual es la relativa la altura de los edificios, ¿que es peor, un edificio alto o uno más bajo?, la pregunta correcta sería ¿que es peor, un edificio alto horrible o uno más bajo también horrible?. Y con preguntas erróneas nunca se obtienen respuestas útiles.


Una mala rehabilitación (sin pensar en el futuro, de edificios con programas obsoletos, con materiales elaborados sin pensar en su ciclo de vida...) no es duradera y es más insostenible que una edificación nueva bien hecha; la reconstrucción de un edificio no genera un problema de residuos, sino que se enfrenta al problema de un edificio que se construyó sin pensar en el futuro, y que antes o después tendremos que abordar.


Por ello, la afirmación de que es más sostenible la rehabilitación que el derribo y reconstrucción no es una verdad absoluta y sólo sería correcta si la nueva construcción no incorporase una visión completa del ciclo de vida de la edificación La rehabilitación de edificios con programas obsoletos, malas calidades constructivas y uso ineficiente de suelo no es una alternativa sostenible frente a la reconstrucción con uso eficiente del suelo (lo que normalmente requerirá superar los estándares) y que atienda todo el periodo de vida del edificio, incluida la reutilización de los materiales al final de la misma.


¿Es posible plantear otra forma de construir?


¿Estaríamos mejor si la construcción hubiera funcionado con inspiración de economía circular?


¿Conocéis algún planeamiento que haya garantizado un consumo adecuado de materiales en la construcción?


Cuándo se relance la actividad inmobiliaria, ¿repetiremos los modelos de la primera revolución industrial?



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Comentarios

  1. Creo que el artículo es muy interesante. A mí personalmente lo que me más me ha gustado es la reflexión sobre las preguntas correctas e incorrectas, como si es más sostenible un edificio alto "horrible" o uno pequeño también "horrible" Supongo que ninguno de los dos. Igual el alto "horrible" es menos sostenible. porque se ve más ("agrede" más el paisaje). Estamos un poco cansados de ver arquitectura "horrible" vestida de "sostenible". Creo que lo menos "sostenible" es lo más "horrible", aunque tenga la mejor calificación medioambiental. Por nuestra parte, por la de los arquitectos, lo suyo sería seguir insistiendo en lo de siempre, en el valor de las ideas, de las propuestas valientes, atractivas, sensatas, posibles... Sin perder de vista el resto, que es algo que, aunque está bien que se recuerde, ya lo sabíamos y ya nos preocupaba, aunque igual no lo suficiente.

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  2. Igor Zorrakin4/6/14, 2:17

    Bonita reflexión para la construcción y el urbanismo. Hay que agitar muchas mentes todavía, pero es posible.

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