¿Progreso ≠ Crecimiento?

Siguiendo con el amable post que Natxo y Alvaro dedicaban a mi tesis (Urbanismo Circular), os sugerimos ahora reflexionar sobre lo indivisibles o in(di)solubles de algunos conceptos maridados que bien por puro aprendizaje o por una mera cuestión antropológica, nos cuesta ver disociados. Por ejemplo los conceptos de Progreso y Crecimiento. ¿Van siempre de la mano?


A man walks past a painted building in Youngstown, Ohio November 21, 2009. Youngstown has 4,500 vacant structures in a city of about 75,000 people, and about 22,000 vacant parcels of land. REUTERS/Brian Snyder (UNITED STATES CITYSCAPE SOCIETY) - RTXR04Y

Esta entrada ha sido elaborada por Gorka Cubes

Un reciente estudio reseñado por Richard Florida en Citylab (How Some Shrinking Cities Are Still Prospering) demuestra que algunas ciudades sufridoras de un proceso de decrecimiento neto de población y actividad, sin embargo, prosperan a medida que decrecen. ¿Ciudades que decrecen y prosperan?

El concepto "ciudades en decrecimiento" nos evoca imágenes de lugares económicamente devastados, definidos por la disminución de las poblaciones y la pérdida masiva de empleos. Fenómenos muy estudiados en EE.UU., con lugares que no solo sufrieron y sufren pérdidas masivas de población, sino altas tasas de desempleo y desigualdad como Detroit (véase el post Detroit, renace ¿o no?). Circunstancias que en nuestro entorno cercano, salvadas las distancias, se vinculan con mayor o menor acierto a los fenómenos de migración interior de lo rural a la ciudad, pero que comienzan a sentirse por mor de la crisis demográfica y la “competencia urbana” en nuestros tejidos urbanos más consolidados.

Este nuevo estudio sugiere que la disminución de la población y el declive económico no siempre van de la mano, lo cual no deja de ser una idea totalmente disruptiva: un amplio subconjunto de ciudades norteamericanas con poblaciones en declive son, de hecho económicamente prósperas. El informe de Maxwell Hartt, de la Universidad de Cardiff, examina el desempeño económico de las ciudades estadounidenses con poblaciones en decrecimiento, analizando los índices de ingresos, desempleo, crecimiento del empleo y desigualdad económica desde 1980 hasta 2010. Si bien es cierto que los índices de desigualdad en muchos casos han empeorado, el resto de indicadores mejoran en estas rara avis desconcertantes.

El estudio observa que las ciudades principales están menos afectadas por la reducción de población. Mientras en el conjunto de EE.UU. las ciudades principales representan el 35% del total, en el conjunto de las 886 ciudades que decrecen, no llega al 20% las que son ciudades principales (177). Se entiende por ciudad principal la que cumple una de las siguientes condiciones: a. Tener más de 250.000 habitantes y 100.000 trabajadores, b. Tener entre 50.000 y 250.000 habitantes y donde los trabajadores que trabajan en la ciudad son más que los trabajadores residentes, 0 c. ciudades con población entre 10.000 y 50.000 habitantes, donde los trabajadores que trabajan en la ciudad son más que los trabajadores residentes y alcanza una cuantía de al menos 1/3 de la población total de la ciudad.

En el estudio de Hartt traza la ubicación de ciudades en decrecimiento que son al mismo tiempo prósperas económicamente y encuentra que más de un cuarto (27%) de las ciudades que se están reduciendo se pueden definir como prósperas y arrojan índices económicos superiores al promedio regional respectivo en los cuatro factores mencionados anteriormente.

No es sorprendente que un porcentaje relativamente grande de ciudades “menguantes y prósperas” se agrupen cerca de grandes y exitosas áreas metropolitanas como Nueva York, San Francisco, Chicago y Miami o como señala Hartt:

El número absoluto de ciudades prósperas que se están reduciendo, parece ser relativamente proporcional al número de ciudades que se están reduciendo. La relativa proporcionalidad sugiere que las ciudades prósperas que se están reduciendo podrían ser un subconjunto consistente del sistema global, en lugar de un fenómeno geográficamente distinto.

Lo cual podría tener relación con un efecto atracción de dichas áreas de mayor peso, aunque el estudio no encontró ninguna conexión entre la prosperidad de las ciudades y el tamaño de su población o la gravedad de la pérdida de población:

Sorprendentemente, se encontró que la acentuación del decrecimiento no tiene ningún efecto en los ingresos y La falta de relación entre la severidad del decrecimiento, la persistencia y los ingresos demuestra la diversidad y complejidad de los procesos de contracción urbana.

Lo que sí se ha demostrado en el estudio es que el talento (la localización de población con un nivel de educación alto en un determinado territorio) era el predictor más fuerte para ciudades con un decrecimiento prospero.

Entonces… ligado a los nuevos conceptos de movilidad, trabajo, consumo, propiedad, uso…

  • ¿Puede ser este el “próspero futuro” de nuestras cabezas de comarca como Llodio, Mungia, Durango, Eibar, Laguardia, Tolosa?
  • ¿Podremos aplicar el concepto de que el Progreso no tiene por qué estar necesariamente ligado al Crecimiento?
  • ¿Trabajando por el crecimiento, seremos capaces de aprovechar el Decrecimiento como factor generador de Valor?

Para más información os invitamos a consultar el próximo especial en la revista Sustainability "Shrinking Cities—Testing Ground for Sustainability"

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