Términos inventados [o no]: En torno a la gentrificación
El término Gentrificación encierra distintos fenómenos que, deberíamos diferenciar para mejorar tanto el diagnóstico como el diseño de la intervención urbana.
En un marco competitivo de tejidos urbanos encontramos un fenómeno como la “Gentrificación”, que se define como el proceso mediante el cual la población original de un sector o barrio, generalmente céntrico y popular, es progresivamente desplazada por otra de un nivel adquisitivo mayor.
La definición del concepto resulta insuficiente, debiendo incluirse estos otros fenómenos que se producen de manera paralela sobre los mismos tejidos urbanos. Así también encontramos:
"Gentrificación inversa" 0 White flight: Proceso progresivo de sustitución de la población original de un barrio o sector ahuyentada por sus nuevos pobladores por sentimientos como la xenofobia, la aporofobia o la inseguridad.
"Gentrificación activa": Proceso progresivo de sustitución de la población original de un barrio o sector que se produce con ocasión del alza de los precios del producto inmobiliario a consecuencia de la extracción de rentas de los propietarios originales. La importación del término Gentrificación desde climas en que abunda el alquiler enmascara las peculiaridades del abandono del un barrio que haya venido a más para capitalizar las plusvalías.
Sub-tipo: “Turistificación”: Cuando la extracción de rentas se produce en el marco de la economía colaborativa del turismo en espera de escenarios más propicios, considerando la vivienda como bien de inversión.
“Renovación urbana”: Proceso urbanístico en actuaciones de sustitución del suelo urbano (normalmente vendida como regeneración), mediante el cual se sustituye todo el tejido urbano (edificios y urbanización) sin evaluar correctamente las consecuencias de todo tipo, especialmente la sociales, económicas y medioambientales.
Sub-tipo: “Viviendificación”: Cuando lo sustituido progresivamente o aceleradamente es el tejido productivo original de un sector o barrio por viviendas en busca de extracción o incluso agotamiento de rentas, sin consideración de los efectos negativos de estas sobre la sostenibilidad (integral) urbana.
Técnica: “Lotería del planeamiento”: Proceso urbanístico en actuaciones de sustitución regeneradora donde los antiguos moradores son agraciados con piso nuevo, trastero y garaje a costa de los nuevos moradores, incluso sin tener que llegar a ocuparlos.
“Inflación inmobiliaria”: Proceso de sobreoferta residencial que generan los ayuntamientos esperando lograr incrementos de población a costa del vaciamiento de los municipios contiguos, incluso en periodos de regresión demográfica.
“Gerrymandering”: Proceso de delimitación de ámbitos en suelo urbano mediante la manipulación de la “raya” con el objetivo de evitar mezclar suelos edificados y no edificados, conformes y disconformes con la ordenación, al objeto de lograr un resultado que no sabemos manejar de otra manera.
(Es un término de ciencia política referido a una manipulación de las circunscripciones electorales de un territorio, uniéndolas, dividiéndolas o asociándolas, con el objeto de producir un efecto determinado sobre los resultados electorales.
“Socialización de cargas y patrimonialización de beneficios”: Proceso habitual del urbanismo cuando promotores privados (profesionales y simples ciudadanos) derivan los costes de mantenimiento y conservación de la ciudad, extrayendo las plusvalías de manera anticipada, incluso con amplias dosis de victimismo personal y amplificación mediática.
Sub-tipo: “Vacaciones fiscales”: Proceso mediante el cual las Administraciones dejan de cobrar los impuestos de propiedad que debería cobrar para mantener, conservar y reurbanizar la ciudad (en inglés, redeveloping, mucho más elocuente) y no tener que pedirlos más tarde (uy, si esto es lo habitual) y que además provoca el alza de precios, la especulación y el falseamiento de costes de los distintos tipos de tenencia.
Bajo el paraguas de la machacona gentrificación se esconden muchos y complejos fenómenos que en el tiempo de los 140 caracteres no interesa resaltar (que nadie agüe la fiesta), pero que, en el fondo, no son sino el reflejo de que no queremos cambiar de paradigma.
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