[iE] Proyectos europeos (3/3): Bottom-up

Como cierre de este pequeño glosario abordamos el tercer concepto que permea la definición y ejecución de los proyectos europeos, el cambio de modelo de gobernanza, el Bottom-Up (BUp) o de abajo arriba.




En Orbenismo, ya tuvimos la ocasión de abordar el concepto de Bottom-Up en el seno de la serie tom-up processes, donde comparábamos nuestra práctica “habitual” de mecanismos y modos de participación ciudadana en los planes urbanísticos con experiencias como la desarrollada por el equipo de Entrepatios en el barrio valenciano de Orba, en Alfafar.


En esta ocasión queremos recuperar ese concepto y enmarcarlo en el contexto de los proyectos europeos. Estos proyectos, más allá de la preocupación por nuestra problemática urbana, podríamos decir que abordan tres ideas clave: La Calidad de Vida (energía, medioambiente, alimentación, etc.), el Derecho a la ciudad (patrimonio, espacio público y privado, etc.) y la Reducción de la desigualdad (integración social y económica). Y para lograr desarrollar esas tres ideas clave, vienen a reconocer que la capacidad de la administración es limitada y que es la sociedad civil la que está llamada a dar el gran salto. Pero a su vez, esa sociedad civil no puede ser entendida como una masa informe o anónima, sino como una ciudadanía participativa, proactiva y comprometida, de tal manera que se forje una nueva forma de relación, un nuevo modelo de gobernanza.


Como señala Josep Mª Pascual Esteve en un reciente artículo de El País (La nueva gobernanza de la ciudad):


“Por ello, es esencial que las ciudades dispongan de estrategias y políticas compartidas entre la mayoría de los actores urbanos; y que estas políticas articulen en programas y proyectos no sólo los recursos públicos, sino también los privados, y la colaboración ciudadana. Se trata de invertir y gestionar los recursos municipales en función de una acción colectiva, en la que se comprometan y cooperen los distintos actores implicados. Es una gobernanza de redes de actores.”


Quizás la matización necesaria pasaría por indicar que no se trata de invertir y gestionar los recursos municipales o públicos, si no los de los privados/comunitarios (de los ciudadanos beneficiados en primera instancia), vecinos/comerciantes/agentes sociales que están llamados a llevar la iniciativa, definir, gestionar, ejecutar y mantener el tejido urbano para materializar los objetivos de desarrollo social, económico, y sostenible de la ciudad en su conjunto.


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Se “Trata de asegurar los espacios específicos y transparentes para que tengan acceso todos los actores y sectores de ciudadanía implicados en cada tema, en los que se promueve el conocimiento y la confianza, para lograr el mayor acuerdo y colaboración posibles. Es la superación de los procesos retóricos que, en la práctica, sólo benefician a unas minorías […]. Consiste en organizar el interés de la ciudad, a partir de los intereses legítimos de la gran mayoría de los sectores de la ciudadanía, y en especial favoreciendo la voz de los más vulnerables.”.  Para ello, se requiere el reforzamiento de las estructuras sociales/ciudadanas, alcanzar una madurez social y alcanzar un equilibrio entre las demandas, las posibilidades y los objetivos de equidad.


¿Cómo afrontan los proyectos europeos la definición de los planes o estrategias de intervención?


Las políticas de cohesión que despliegan los proyectos europeos tienen su condición fundamental en la estrategia bottom-up, ya que es este modelo de participación el que ayuda a la comunidad a decidir, mejorando la información y articulando las soluciones que redunden en su propio beneficio. La capacidad de cambio y liderazgo de las comunidades en búsqueda de soluciones alternativas y comprometidas, se basa en que si los problemas son conjuntos, las soluciones también.


Programas como URBACT se basan en la estrategia bottom-up, en el diseño de planes y actuaciones de desarrollo urbano sostenible e integrado (DUSI), a través de los grupos de apoyo local (ULSG) formados por todos los agentes vinculados y afectados. Estos grupos están formados por:




  • Inexorablemente, los ciudadanos, propietarios e inquilinos (organizados o a título individual).

  • Agentes económicos locales.

  • Tercer sector (social).

  • Administraciones locales y supra municipales.

  • Emprendedores, PYMEs, Empresas y asociaciones.

  • Universidades y centros de investigación.


¿Cuáles son las barreras fundamentales de la estrategia Bottom-Up?


De la misma manera que no hay dos tejidos urbanos iguales, tampoco hay un modelo de intervención Bottom-up único, hay que adaptarlo a las propias características de cada tejido. No obstante, en casi todos los ejemplos desarrollados hasta el momento las principales barreras han sido:




  • La delegación de la iniciativa y la competencia en la adopción de las soluciones (co-decisión) vs. modelo político/de gobierno.

  • La herencia, las intervenciones anteriores y el supuesto agravio comparativo.

  • Falta de capacidad de las comunidades para organizarse y disposición de herramientas para la toma de decisiones, que deriva en la incapacidad de articular los diferentes intereses en juego.

  • Falta de evaluación durante el proceso y continuada en el tiempo.

  • Desconocimiento de las regulaciones y las oportunidades de financiación.

  • Temor a lo nuevo (más vale malo conocido que bueno por conocer).


¿Cuál es el papel de la Administración en este nuevo marco


La tarea de la Administración (fundamentalmente del Ayuntamiento, por ser la más cercana) es que la sociedad civil funcione, garantizando la objetividad, equidad, y transparencia de los procesos administrativos, el buen uso y eficacia de los fondos aportados por los ciudadanos, y públicos en su caso, al servicio de la actuación diseñada por los propios agentes no para tratar de compensar o paliar problemas, sino para empoderar a las comunidades y que emanen de ellas las soluciones sociales, económicas, medioambientales y físicas (integradas y sostenibles).


¿Cómo articular un proceso Bottom-Up?


Para desplegar este nuevo modelo de organización y decisión se puede aplicar las siguientes estrategias y técnicas:




  • De innovación e inclusión social y económica.

  • De participación, formación y difusión (Cursos y talleres, ponencias, atención ciudadana, sondeos, comunicaciones, etc.).

  • De producción y conservación de ciudad.

  • De propuesta y ejecución (Políticas de desarrollo económico y social, vivienda, edificios y espacio urbano, medioambiente y movilidad, etc.).

  • De financiación, solidaridad y equidistribución (Particular –co-inversión individual en la colectividad- y articulación con otras vías de financiación como las ITI, Instrumentos Financieros, Fondos de cohesión, programas, etc.).


Con este post cerramos este pequeño glosario dedicado a conceptos de los proyectos europeos, pero continuaremos trayendo ideas de Europa que nos sirvan para la reflexión y expandir nuestras mentes.

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